¿tu vida es aburrida? ¿piensas que no eres un inútil? ¿no encuentras razón por la que suicidarte? Yo tengo tu solución: Internet.
Hoy día internet es un gran avance en el mundo de las telecomunicaciones ya que nos permite enviar una "carta" o comunicarnos telefónicamente con otra persona que esté al otro lado del planeta. Además puedes leer, ver la tele, escuchar música, hacer trabajos, buscar información... y por supuesto... complicarte la vida.
Estaba yo un día en mi casa tranquilito cuando de pronto pensé ¿y si hago un blog? maldita la hora. Desde entonces no duermo, no dejo de pensar en temas y no dejo de darme cuenta de lo obsoleto que estoy.
Hasta hace poco no sabía muy bien lo que significaba la palabra "blog", "fotoblog", postear y mucho menos el lenguaje html.
Desde hace tiempo venimos normalizando en nuestro lenguaje habitual muchos de los tecnicismos que internet nos ofrece: es el caso del email (correo electrónico), google, ebay, flicker, messenger, youtube, mándame un pdf, sólo lee jpg, míralo en la web y así un montón más.
Aún recuerdo a mi hermanita Lucía cuando fue "infectada por el virus" Acrobat Reader y nosotros maliciosamente nos reíamos de ella, pues señores, yo me he topado con el lenguaje html y creo que entiendo más Swahili o Élfico que este idioma informático.
Así pues, estoy que me subo por las paredes y a punto de cogerme la baja por depresión ante tal dificultad. Veremos si soy capaz de aprenderlo y por tanto mostraros un blog como Dios manda.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
jueves, 20 de diciembre de 2007
A mis nietos
Te lo cuento...Este seguramente sea un post que nunca termine y que nunca deje de editar para continuarlo. Es un post en el que quiero contar todo lo que he hecho y de lo que me siento orgulloso. Todo lo que a un abuelo le gustaría contar a sus nietos. Es por eso que nunca dejaré de escribir aquí.
Hoy día no sé si llegaré a tener nietos a quien contarle todas mis historias, de hecho ni siquiera sé si tendré hijos, porque aunque yo quiera, la vida da muchas vueltas y en esto, muchas veces no decide uno.
Es difícil saber por donde debo empezar, pues creo que necesitaría mucho tiempo para ordenar, recordad y clasificar mis pequeñas batallas, anécdotas e historias que me han ido ocurriendo a lo largo de estos años.
Para romper el hielo y ya que está reciente, debo deciros nietos míos que vuestro abuelo está orgullosísimo de su boda y todo lo que la rodeó. Son muchas horas, días, semanas y meses las que se le dedica, pero merece la pena desde el día de la despedida hasta el día que vuelves a trabajar después del viaje de novios. A destacar el baile que hicimos Beatriz y yo simulando a Dirty Dancing.
También quería pediros que no os dejéis vencer por vuestros miedos, ya que la siguiente historia gira entorno a eso. Particularmente debo deciros que mi miedo a las alturas es inmenso, símplemente con acercarme a una terraza ya creo que se va a caer, pero sin embargo y aún reconociendo que lo he pasado fatal he conseguido vencerlo en varias ocasiones. Primero en Llavorsí haciendo puenting,
luego en Toledo con un salto en paracaídas y finalmente este año realizando un salto con goma elástica (bunging jump) desde 111 metros en Zambia.
Os podéis imaginar lo libre, feliz y orgulloso que me he sentido.
(próximamente el escultismo)
...por si no lo cuento.
Hoy día no sé si llegaré a tener nietos a quien contarle todas mis historias, de hecho ni siquiera sé si tendré hijos, porque aunque yo quiera, la vida da muchas vueltas y en esto, muchas veces no decide uno.
Es difícil saber por donde debo empezar, pues creo que necesitaría mucho tiempo para ordenar, recordad y clasificar mis pequeñas batallas, anécdotas e historias que me han ido ocurriendo a lo largo de estos años.
Para romper el hielo y ya que está reciente, debo deciros nietos míos que vuestro abuelo está orgullosísimo de su boda y todo lo que la rodeó. Son muchas horas, días, semanas y meses las que se le dedica, pero merece la pena desde el día de la despedida hasta el día que vuelves a trabajar después del viaje de novios. A destacar el baile que hicimos Beatriz y yo simulando a Dirty Dancing.
También quería pediros que no os dejéis vencer por vuestros miedos, ya que la siguiente historia gira entorno a eso. Particularmente debo deciros que mi miedo a las alturas es inmenso, símplemente con acercarme a una terraza ya creo que se va a caer, pero sin embargo y aún reconociendo que lo he pasado fatal he conseguido vencerlo en varias ocasiones. Primero en Llavorsí haciendo puenting,
luego en Toledo con un salto en paracaídas y finalmente este año realizando un salto con goma elástica (bunging jump) desde 111 metros en Zambia.
Os podéis imaginar lo libre, feliz y orgulloso que me he sentido.
(próximamente el escultismo)
...por si no lo cuento.
viernes, 14 de diciembre de 2007
Olores y hedores
Podría empezar este blog con miles de temas, anécdotas y demás, pero la primera idea que me ha pasado por la cabeza es el mundo de los olores y desgraciadamente los hedores.
No puedo decir que sea una persona con un gran olfato, ni mucho menos, pues no es uno de mis sentidos más desarrollados ya que la balanza cayó a favor de la vista y seguramente lo prefiera. No obstante, me resulta curioso la cantidad de olores que nos perfuman la nariz y que consiguen traernos ciertos recuerdos nostálgicos, transmitirnos alegría y muchas otras emociones.
¿Quién no sabe como huele la tierra mojada, el mar o la lluvia? ¿Quién no sabe como huele la casa de su madre a la hora de la comida?
De pequeñitos ya olemos a bebé, cuando crecemos desarrollamos también nuestro olor corporal, cuando nos juntamos con amigos huele a juventud, a humanidad, de mayores olemos a viejo y cuando fallecemos huele a muerto o cadáver.
Cuando compramos una revista huele a nuevo y cuando estrenamos un coche, también huele a nuevo pero sin embargo, huelen distinto.
El olor de la gasolina nos embriaga, el del pegamento nos engancha y el del tomillo nos embauca.
Por desgracia, existen también los malos olores, los hedores, pestes y efluvios que contaminan nuestro olfato de diferentes maneras. Está el olor a tabaco, a cerrado, a rancio e incluso a choto.
Te "jieden" los pies, te canta el pozo, te huele el alerón, huele a fritanga, a mierda, a "pollo quemao", son olores que están ahí, en nuestra sociedad deambulando de un lado a otro, sin rumbo fijo, en busca de una nueva nariz.
No puedo decir que sea una persona con un gran olfato, ni mucho menos, pues no es uno de mis sentidos más desarrollados ya que la balanza cayó a favor de la vista y seguramente lo prefiera. No obstante, me resulta curioso la cantidad de olores que nos perfuman la nariz y que consiguen traernos ciertos recuerdos nostálgicos, transmitirnos alegría y muchas otras emociones.
¿Quién no sabe como huele la tierra mojada, el mar o la lluvia? ¿Quién no sabe como huele la casa de su madre a la hora de la comida?
De pequeñitos ya olemos a bebé, cuando crecemos desarrollamos también nuestro olor corporal, cuando nos juntamos con amigos huele a juventud, a humanidad, de mayores olemos a viejo y cuando fallecemos huele a muerto o cadáver.
Cuando compramos una revista huele a nuevo y cuando estrenamos un coche, también huele a nuevo pero sin embargo, huelen distinto.
El olor de la gasolina nos embriaga, el del pegamento nos engancha y el del tomillo nos embauca.
Por desgracia, existen también los malos olores, los hedores, pestes y efluvios que contaminan nuestro olfato de diferentes maneras. Está el olor a tabaco, a cerrado, a rancio e incluso a choto.
Te "jieden" los pies, te canta el pozo, te huele el alerón, huele a fritanga, a mierda, a "pollo quemao", son olores que están ahí, en nuestra sociedad deambulando de un lado a otro, sin rumbo fijo, en busca de una nueva nariz.
viernes, 7 de diciembre de 2007
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